¿Qué es una deuda subordinada y en qué circunstancias puede servir?

Cuando hablamos de deuda o financiamiento, lo usual es que se trate de financiamientos no subordinados, con ranking o preferencia senior. En esta nota explicaremos de qué trata una deuda subordinada y en qué circunstancias puede ser interesante considerarla para nuestra empresa.

En términos simples, una deuda subordinada es aquella cuyo pago está subordinado o sujeto a que se haya pagado primero otra con una preferencia mayor, lo cual la hace más riesgosa para la institución que la otorga. Dado el mayor riesgo de este tipo de financiamiento, la tasa de interés compensatoria es más alta que la de la deuda senior. La deuda que tiene preferencia o se paga antes se conoce como senior. 

La subordinación puede tomar varias formas y depende de las condiciones negociadas. En condiciones normales, cuando no se ha producido algún incumplimiento en las obligaciones de la empresa, tanto la deuda preferente como la subordinada se pagan según los cronogramas de intereses y principal. Puede haber casos en los que, incluso, la deuda preferente debe terminar de pagarse antes de que la deuda subordinada pueda empezar a pagarse; aunque lo usual es que vayan en paralelo si no se ha presentado algún default.

En caso de un evento de default y, eventualmente, aceleración de pagos, primero se atenderá la deuda no subordinada. En caso de liquidación, ocurre lo mismo: la deuda subordinada será pagada luego de que todas las obligaciones preferentes sean canceladas. Por ejemplo, las laborales e impuestos primero, luego las deudas preferentes y posteriormente, las deudas subordinadas. En cualquier caso la deuda subordinada solo tiene preferencia en el pago frente a los accionistas que estarán al final de la cola. Vale la pena comentar que en caso de default y posterior liquidación los activos que se encuentren en un fideicomiso no entran en la masa concursal, estando aislados del resto de activos de la empresa. En otra nota podemos ahondar en ello. 

¿En qué circunstancias puede hacer sentido usar deuda subordinada? En empresas no bancarias suele considerarse cuando la capacidad de endeudamiento está cercana a su tope, pero los fundamentos del negocio son buenos. En esos casos, la deuda subordinada funge como un financiamiento más permanente sin llegar a ser capital o equity. También en proyectos que necesitan plazos largos y diferentes tramos de deuda, tanto senior garantizada como subordinada. En algunas ocasiones, los acreedores de la deuda subordinada pueden recibir garantías de los accionistas directamente (no de la empresa). En empresas bancarias, la deuda subordinada -ya sea en forma de préstamos o bonos- puede ser considerada como parte del capital efectivo sobre el cual se miden los límites para otorgar préstamos a sus clientes. En Perú, por ejemplo, para que eso se cumpla la deuda subordinada debe tener un plazo remanente mayor a cinco años. De esa manera, los bancos pueden incrementar su capacidad de hacer préstamos sin tener que emitir nuevas acciones o realizar aumentos de capital. De cualquier forma, la deuda subordinada es una opción interesante y disponible en determinadas circunstancias.

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Texto por Jaime Espinoza